Enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer, la depresión o la anorexia se han convertido en unas patologías cada vez más tendentes en nuestra sociedad que, además, cuentan con escasos tratamientos que puedan ser realmente efectivos. Para paliar estas dolencias, el Doctor Andrés Lozano, neurocirujano del Hospital General de Toronto, ha presentado en el HM Universitario Sanchinarro, del grupo HM Hospitales una alternativa prometedora en este tipo de enfermedades.
Se trata de realizar una estimulación cerebral profunda consistente en la colocación de electrodos en la zona del cerebro responsable de la función deteriorada o alterada para, posteriormente, estimular las neuronas y que se produzcan unas transmisiones que incrementen la actividad de la zona cerebral afectada. Para ello, es necesario la implantación de un generador colocado bajo la piel del paciente, muy similar a los típicos marcapasos.
Esta técnica logra mejorar la calidad de vida de forma considerable en los pacientes tratados con estos trastornos, siendo el único inconveniente el elevado coste de la implantación del marcapasos, tasado en unos 20.000 euros. Además, tal y como confirma el Doctor Lozano, el generador contiene una pila que debe ser cambiada cada 4 años.
El uso de este tratamiento neuroquirúrgico se ha desarrollado primeramente en pacientes que sufren la llamada enfermedad del Parkinson, con más de 100.000 intervenciones hasta hoy. Pero gracias a la experiencia positiva que se está observando con ésta nueva técnica, enfermedades como la obesidad, la anorexia o el Alzheimer están siendo tratadas de la misma manera, aunque, en estos casos, se encuentren en una fase experimental primaria.
De esta forma, los prometedores resultados obtenidos en los pacientes de Parkinson, han servido para remediar la obesidad desde su punto de origen, es decir, tratar el punto exacto del cerebro que causa esta enfermedad y no desde la consecuencia de la misma.
Otro ámbito donde se ha utilizado este procedimiento neuroquirúrgico es en la anorexia. Lozano, considera que estimulando la zona cerebral concreta que causa esta patología sobre los pacientes que la sufren, son capaces de lograr aumentos de peso vinculados al estado anímico. Aunque ya han sido operadas 12 mujeres, el Doctor recuerda que "se tratan de los casos más difíciles, puesto que el paciente se encuentra a punto de morirse", aunque "la mitad de ellas ya están en un peso normal" apunta.
De igual manera, el citado neurocirujano ha utilizado sus estudios en el abordaje del Alzheimer y de la memoria. Tal y como expresa el propio Doctor, " veinticinco pacientes han sido tratados con éste sistema, logrando que los enfermos obtuvieran recuerdos de la infancia". Sin embargo, la experimentación se encuentra en la fase 2, una fase primaria. De conseguir resultados positivos, "se pasaría a la fase 3 y su total aplicación", afirma Lozano.
Pero si hay alguna patología cada vez más frecuente en nuestra sociedad, ésa es la depresión. En la actualidad, la terapia para tratar la enfermedad se asocia a la utilización de diversos fármacos que, en numerosas ocasiones, cuentan con grandes contraindicaciones o efectos secundarios. En cambio, con la estimulación cerebral se presenta una esperanzadora opción neuroquirúrgica para controlar la enfermedad de forma efectiva.
UNA CIRUGÍA SEGURA
Si hay una parte del cuerpo humano especialmente delicada, ésa es el cerebro. No obstante, Andrés Lozano asegura que la cirugía para realizar la estimulación cerebral mediante electrodos es totalmente segura (aunque con los riesgos de cualquier otra intervención), ya que se realiza mediante anestesia local, estando el paciente despierto en todo momento. Además, se trata de un sistema reversible, pudiendo controlar la mayor o menor dosis de impulsos, lo que hace que los efectos secundarios sean escasos.
Uno de los aspectos negativos de la terapia, es la escasa posibilidad de efectividad en los pacientes con una enfermedad demasiado avanzada. En éste sentido, el neurocirujano afirma que "no suele funcionar en pacientes avanzados, aunque se suele empezar con los casos más graves pero siempre que haya alguna posibilidad de curación".
Por su parte, el jefe del servicio de neurología del Hospital, Jorge Diamantopoulos, destaca el gran número de pacientes que se pueden aprovechar de esta terapia mediante los estímulos cerebrales, ya que no solo se podrá aplicar al Parkinson, sino a otras enfermedades como la depresión o la anorexia, abarcando a una mayor parte de la población.
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