Llegó el día por el cual todos hemos luchado. Muy temprano me bajaron al quirófano. Me recibieron el grupo de anestesiólogos, en el cual, me enteré más tarde, participó un venezolano. Hablando de compatriotas, para este momento nos encontramos tres venezolanos operados en forma consecutiva, uno por semana. Hecho que ha resultado de interés para las autoridades de la clínica del Pilar.
Como estaba contando, como es usual en estos casos, me dormí profundamente, me despertaron como me había comentado el r. Salazar para darme algunas indicaciones, que si mueve la mano, que si siento algo, y algunas preguntas parecidas y de nuevo me dormí.
Me desperté a una hora imprecisa en la unidad de cuidados intensivos, bor racho todavía del sueño. Recuerdo que vi la dulce figura de mi esposa quien me informó que todo estaba
Bien y que los doctores le habían informado que todo estaba bien. Recuerdo también la visita de mi hijo que me informó la eliminación de Brasil del mundial. Visitas efectuadas en distintos momentos que mi cerebro asumió coincidentes. Tal era mi confusión, pero que fue muy temporal, ya al rato estaba bastante despierto y con mucha hambre.
Solamente tenía algo en mente y era la figura de mi gordo dándome esa sonrisa matutina que tanto me alegra la vida. Antes de la visita de mi familia, ya había pasado el neurocirujano que me operó, Dr. Jordi Ramia, un Catalán de porten aristocrático y muy respetado en el medio según tengo entendido. Me informó lo que ya venía sintiendo que la operación fue exitosa.
Para serles sincero. La operación no fue dolorosa ni incomoda. Solamente una sensación de un peso extraño en donde está el marcapaso. Una vez más debo dejar constancia de la gran atención que en esos momentos recibí por pare del cuerpo médico y de enfermería de
Como entenderán el día se me pasó rápido. Así que acabó el dia 3 y comienza el 4 donde me espera un pequeño disgusto.
Manresa, Barcelona, 18/07/10, 8:50 pm hora España. 02:24 pm hora Venezuela.
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