Quiero hacer una serie de relatos sobre mi estadía en Barcelona, para que pueda servir de ayuda a todas aquellas personas afectadas por el Mal de Parkinson y quieran, con mayúsculas, QUIERAN luchar contra esta enfermedad.
Mi llegada al aeropuerto de Maiquetía fue alrededor de las 4 de la tarde, el vuelo saldría a las 7:55 pm. El tiempo aunque parecía suficiente, se hizo corto para el chequeo y despedida con los familiares. Aquí cometí mi primer error, por orgullo no accedí a la asistencia (nada de silla de ruedas) un principio muy estúpido que lo pagué caro al llegar al aeropuerto de Barajas.
La atención en el avión fue excelente, a pesar de atrasarse una hora. Según porque en ese vuelo venían 7 personas con asistencia y algunos niños. Al mio le suministraron una cuna en la que cupo por pura casualidad y casi llega al límite de peso, 11 kilos, mi gordo pesa 10, casi casi, pero a Dios gracias, durmió muy bien.
El que la paso bastante incómodo fui yo, como normalmente no duermo cuando no estoy cómodo, fueron 8 horas de vuelo despierto. Peleé con todo: la luz del asiento, la mesita para comer, la pantalla para ver una película, bueno estaba super enredado.
Alrededor de las 11:00 am llegamos al aeropuerto de Barajas, y como les comente anteriormente, al no haber pedido asistencia en Maiquetía, nadie me esperaba, y no se que pasó, pero al pisar tierra, me sentí bastante mal y no quería ni moverme. Mi hijo mayor realizó todas las peripecias inimaginables para conseguirme ayuda, pero nada. Para más colmo, sólo podía tener un acompañante y mi esposa se fue sola con el bebé, para esperarnos en migración.
Como no legaba nadie y ya era mucho el tiempo que tenía esperando el avión, como pude me fui caminando, llegue a migración donde me esperaba mi esposa casi llorosa. Hablamos con un Policía quien nos facilitó que no hiciéramos cola. Al preguntarnos el de la aduana a que venimos a España puso una cara: ¿como que van a operar a tu papá? Le dijo a mi hijo, al verme, explicarle y enseñarle la comunicación de
Continuamos el tranquilo viaje, al despegar, no llevábamos ni 20 minutos cuando nos anunciaron que estábamos descendiendo para el aeropuerto de Barcelona. Ja,ja. Caímos por inocentes ya que a partir de ese momento el avión hizo un tours turístico por la ciudad. Voló sobre la montaña. Paseo por la ciudad, dio una vueltita por el mar, otra por la marina y por el puerto para ahora si, aterrizar. A decir verdad, aunque los vuelos me dan algo de ansiedad, siempre disfruto ver las ciudades que visito desde la ventanilla de un avión.
Llegados a Barcelona, ahora si, alguien de apoyo nos estaba esperando, gracias a Dios, porque el aeropuerto de Barcelona es más largo que cuello de Jirafa, duramos como una hora de punta a punta. Repito el trato recibido por el personal de los aeropuertos españoles fue excepcional.
Bueno, un poco cansados salimos y nos estaba esperando Mónica, enviada por la clínica para llevarnos: a los acompañantes al hotel y a mi a la clínica. En este momento comienza el deleite para mi esposa y mi hijo mayor, aficionados a los carros o COCHES, como le dicen aquí. Nos pasaron buscando en una van muy bonita de
Nuestro primer contacto con la ciudad, fue muy bueno, nos encantó: una ciudad muy ordenada y limpia. En resumen muy linda. Llegamos a
¿Qué se puede aprender de lo relatado?. Amigos nos les de pena de solicitar la ayuda desde el terminal de Maiquetía. Y señores de Air Europa, debe ser obligatorio, cuando ustedes lo consideren pertinente la ayuda.
Saludos. Nos vemos en la próxima para relatarles lo que pasó en el día 2.
Saludos a todos.
Manresa, Barcelona, 10/07/10, 10:11 am hora España. 04:11 am hora Venezuela.
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