Como comenté anteriormente, llegamos a Manresa, una pequeña ciudad cercana a Barcelona para iniciar el período de rehabilitación. El primer día llamamos a la línea de taxis que nos indicaron y acudimos a la cita a las 10:30 am a la sede de
Al llegar, nos abrió la puerta
Fue pura casualidad pero en ese momentos los tres pacientes operados (uno por semana, para asegurar que se puedan atender con el debido cuidado que requieren) éramos venezolanos: Manuel un muchacho de Valencia. El Sr. Williams Pacheco, de mi misma edad, residenciado en Palo Negro, Maracay, quien me autorizó que citara su nombre, y me pidió el favor que por esta vía le diera las gracias a todos sus amigos que colaboraron con el. Les informo que se encuentra muy bien físicamente y aunque no los conozco, también les doy las gracias, nunca sabrán lo que han hecho por el y su familia. Como ven pura gente joven en plena edad productiva. Lo de enfermedad para viejos con el cual se ha etiquetado al mal de Parkinson, es una leyenda urbana. La verdad es que esta enfermedad es muy desconocida en Venezuela y es más común de lo que la gente piensa.
Espero que estos relatos de mi experiencia sirvan para aclarar la duda o eliminar el temor a los pacientes y familiares. Pero sobre todo darle esperanza y que al igual que en el caso de Williams y el mío propio, todavía queda mucho que darle a nuestra patria y en especial a nuestro núcleo familiar. La lección de todo esto es: TODAVÍA PUEDEN CONTAR CON NOSOTROS.
Guatire, Venezuela. 04/07/10
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