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NO ESTA SOLO, SON MUCHOS LOS QUE LO APOYAN Y TRATAN DE AYUDARLO

sábado, 16 de agosto de 2014

¿Por qué les cambia el comportamiento a las personas con párkinson?

Los síntomas no motores son muy importantes en la enfermedad de Parkinson ya que, en ocasiones, merman en gran medida la calidad de vida de quienes la padecen. Según un estudio reciente realizado a 1.000 pacientes, el 97 por ciento reconocía tener algún síntoma no motor, que se fijaba en una media de 8 por paciente, siendo los más frecuentes los de naturaleza psiquiátrica. Algunos de estos síntomas no motores están relacionados con la falta de dopamina y es importante reconocerlos porque:
·  Pueden causar más incapacidad que los síntomas motores.
·  Con el ajuste del tratamiento, se pueden mejorar en un gran número de casos.
·  En ocasiones, requieren tratamientos diferentes.
·  Algunos pueden deberse a efectos secundarios del tratamiento.

Los más destacados son:
·  Alteración del olfato y/o del gusto.
·  Alteración autonómica: estreñimiento, mayor frecuencia urinaria (principalmente por las noches), mareos al cambiar de postura, sudoración excesiva.
·  Alteración del ánimo: tristeza, desánimo, ansiedad, miedo, pérdida de interés.
·  Trastornos del sueño: ataques de sueño, sueños vívidos, pesadillas, dificultad para dormir.
·  Fatiga.
·  Dolor y síntomas sensitivos (sensación de “acorchamiento”).
·  Alteración en la piel: seborrea.
·  Alteración cognitiva: memoria, dificultad en concentración.
·  Alucinaciones, psicosis.
·  Alteraciones de conducta y emociones.
En estos últimos, producidos por una alteración en los circuitos fronto-estriatales debido a la falta de dopamina,  nos centraremos.

Alucinaciones y psicosis

Las alucinaciones se caracterizan por:
-        Ser, generalmente, visuales. El afectado puede empezar teniendo  una sensación de “presencia” y se pueden ir haciendo más complejas y elaboradas. Son menos frecuentes las auditivas, olfatorias y táctiles.
-        Se identifican por la sensación de que hay alguien más, ver cuadros torcidos, se pueden unir a  tener pesadillas vívidas, mostrarse confundido al despertarse, tener dificultades para saber lo que es sueño y es realidad tras una siesta o intentar tocar algo que ve, pero que la imagen desaparece porque no existe.
-        Pueden ser causadas por el tratamiento para la enfermedad de Parkinson.
-        La forma de tratar este problema es reduciendo el consumo de determinados fármacos.

Algunos conceptos básicos de la psicosis:
-        Es definida como una pérdida de contacto o distorsión de la realidad.
-        Se refleja cuando la persona que lo sufre desconfía de personas en las que siempre ha confiado, siente que es el centro de todas las conductas (“todos hablan de mí”) y aumentan sus ideas sobre celos, ruina o daño sin datos objetivos.
-        Las “ilusiones” paranoides más comunes son la infidelidad, el robo, intrusos en la casa…
-        Pueden producirse delirios o alucinaciones (juicios falsos sobre la realidad o percepción de la realidad basada en las alucinaciones).
-        Está generalmente relacionada con demencia, tratamiento del párkinson o ambas.
-        Se trata ajustando el tratamiento de la enfermedad:
  • Si la demencia es asociada: Rivastigmina
  • Suele ser necesario añadir neurolépticos (Quetiapina, Clozapina).

Pautas para enfrentarse a las alucinaciones y delirios:
·  Es aconsejable no rebatir constantemente al paciente.
·  Si está asustado por el delirio, hay que tratar de aportarle tranquilidad.
·  No negar de forma directa y radical un delirio o una alucinación. Podría bastar: “No niego que tú lo veas pero yo, desde luego,  no lo veo”.
·  Intentar comprobar cuál es el grado de credibilidad que el enfermo le da al delirio o a la alucinación: “Yo sé qué tú ves algo pero ¿crees que es real?, ¿lo puedes tocar?”.
·  Poner en duda parte del delirio o la alucinación con razonamientos objetivos: “Si puede ser lo que tú dices pero, ¿no crees que si hubieran entrado en casa 7 personas yo habría oído algo?”, “tu mujer no se separa de ti así que, ¿no crees que es difícil que tenga un amante?”…
·  Como norma general, comunicarlo siempre al neurólogo.

Alteración de la conducta:

  1. Trastornos de control de impulsos. Algunas de sus características más destacadas son:
·  Imposibilidad de resistir un impulso, atracción o tentación para realizar un acto que acaba siendo dañino para el sujeto o para el entorno.
·  Incapacidad para controlar el deseo o impulso y otros comportamientos patológicos (mentir, robar…).
·  No todas las personas afectadas por este problema son conscientes de ello.
·  Pueden sentir satisfacción, indiferencia e incluso ansiedad cuando realizan la acción.
·  Se distinguen diferentes niveles de severidad.
·  Son patológicos según sus consecuencias o interferencia con la vida social, económica o laboral.
·  Se trata de un comportamiento relacionado con la gratificación inmediata.
·  Parece más frecuente en hombres, solteros, con inicio de la enfermedad más joven.
·  ¿Cómo se trata?:
·  Retirando agonistas dopaminérgicos.
·  Reduciendo al mínimo necesario la levodopa.
·  Con neurolépticos.
Aunque existen pautas generales, hay que individualizarlo en cada paciente, por lo que es necesario el control externo riguroso de medicación, dinero…
·  Ese trastorno se concreta en:
◦      Juego patológico (ludopatía)
◦      Hipersexualidad
◦      Compras compulsivas-regalos
◦      Comer de forma descontrolada.
·  Es importante estar atentos a ciertos síntomas “premonitorios”:
-        “Subidón” del estado de ánimo del tipo “soy capaz de cualquier cosa”, “puedo ganar a la máquina tragaperras”…
-        Me siento a la mesa a comer antes de que estén todos, termino el primero y me levanto.
-        Solicito relaciones sexuales a mi pareja con más asiduidad que antes; mi pareja está cansada y me enfado.
-        Empiezo a hacer muchas cosas y no las acabo.
-        No me importa dormir poco porque aprovecho ese tiempo para hacer muchas cosas.
-        Me creo que voy a hacer más actividades de las que realmente puedo hacer. No tengo límites.
-         Estoy en el ordenador y, aunque me llamen para comer,  no voy. No sé parar.
-        Ordeno y cambio las cosas de sitio casi constantemente.
-        Los pequeños electrodomésticos de mi casa los tengo todos despiezados.
-        Cuando tengo algo en la cabeza, lo suelto aunque interrumpa mucho a los demás.
-        En general, mi paciencia ha disminuido y me genera ansiedad e irritabilidad esperar.

  1. Uso compulsivo de medicación: abuso de medicación que ocasiona discinesias, trastornos de conducta, hipomanía y psicosis.

  1. Punding” o “hobbismo”: fascinación por excesivos y repetidos comportamientos sin objetivo y que no son productivos. Pueden ser simples (manipular o clasificar objetos) o “hobbismo” complejo (acumular objetos, jardinería, limpieza, ordenar o cambiar cosas de sitio, caminar sin rumbo, uso del ordenador…). Interfieren con función social u ocupacional. La interrupción de estos comportamientos produce irritabilidad y enfado en el afectado de párkinson.

Para poder manejar estos problemas de conducta, se aconseja seguir estas pautas:
-        Reconocer que existe y que me está pasando a mí.
-         Diferenciar entre deseo y ansiedad.
-        Aprender a esperar, demorar la recompensa.
-        Hacer las tareas despacio (por ejemplo: comer).
-        Autoinstrucciones positivas de logro: “soy capaz de esperar un poco”.
-        Reforzar conductas alternativas. Cuanto más reforcemos los días buenos es más probable que se repitan.
-        Realizar actividades distractoras.
-        Controlar los estímulos poniendo pautas respecto al dinero, comidas, compras, juego… Por ejemplo, en el caso del juego: evitar ir a los lugares donde se juega, eludir hablar del tema sacando otra conversación, festejar alegrías sin jugar, comentar a tus allegados tu compromiso por no jugar, pensar en las consecuencias negativas que trae el juego y las positivas de no hacerlo, buscar actividades agradables alternativas, salir a la calle con poco dinero (o ninguno) y sin tarjetas, etc.

Conclusiones:
·  Informar al neurólogo de cualquier cambio en el comportamiento del afectado.
·  Es necesario el control externo riguroso de medicación, dinero, etc.
·  Es positivo reconocer que hay dificultades para manejar la conducta.
·  Confiar en la familia, pareja, amigos y seres queridos.
·  Estar atentos a los indicadores y cambios en la conducta.
·  Estos problemas pueden ser un síntoma más de la enfermedad.
·  Aunque hay pautas generales, hay que individualizarlo en cada paciente.

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