
· Pueden causar más incapacidad que los síntomas motores.
· Con el ajuste del tratamiento, se pueden mejorar en un gran número de casos.
· En ocasiones, requieren tratamientos diferentes.
· Algunos pueden deberse a efectos secundarios del tratamiento.
Los más destacados son:
· Alteración del olfato y/o del gusto.
· Alteración autonómica: estreñimiento, mayor frecuencia urinaria (principalmente por las noches), mareos al cambiar de postura, sudoración excesiva.
· Alteración del ánimo: tristeza, desánimo, ansiedad, miedo, pérdida de interés.
· Trastornos del sueño: ataques de sueño, sueños vívidos, pesadillas, dificultad para dormir.
· Fatiga.
· Dolor y síntomas sensitivos (sensación de “acorchamiento”).
· Alteración en la piel: seborrea.
· Alteración cognitiva: memoria, dificultad en concentración.
· Alucinaciones, psicosis.
· Alteraciones de conducta y emociones.
En estos últimos, producidos por una alteración en los circuitos fronto-estriatales debido a la falta de dopamina, nos centraremos.
Alucinaciones y psicosis
Las alucinaciones se caracterizan por:
- Ser, generalmente, visuales. El afectado puede empezar teniendo una sensación de “presencia” y se pueden ir haciendo más complejas y elaboradas. Son menos frecuentes las auditivas, olfatorias y táctiles.
- Se identifican por la sensación de que hay alguien más, ver cuadros torcidos, se pueden unir a tener pesadillas vívidas, mostrarse confundido al despertarse, tener dificultades para saber lo que es sueño y es realidad tras una siesta o intentar tocar algo que ve, pero que la imagen desaparece porque no existe.
- Pueden ser causadas por el tratamiento para la enfermedad de Parkinson.
- La forma de tratar este problema es reduciendo el consumo de determinados fármacos.
Algunos conceptos básicos de la psicosis:
- Es definida como una pérdida de contacto o distorsión de la realidad.
- Se refleja cuando la persona que lo sufre desconfía de personas en las que siempre ha confiado, siente que es el centro de todas las conductas (“todos hablan de mí”) y aumentan sus ideas sobre celos, ruina o daño sin datos objetivos.
- Las “ilusiones” paranoides más comunes son la infidelidad, el robo, intrusos en la casa…
- Pueden producirse delirios o alucinaciones (juicios falsos sobre la realidad o percepción de la realidad basada en las alucinaciones).
- Está generalmente relacionada con demencia, tratamiento del párkinson o ambas.
- Se trata ajustando el tratamiento de la enfermedad:
- Si la demencia es asociada: Rivastigmina
- Suele ser necesario añadir neurolépticos (Quetiapina, Clozapina).
Pautas para enfrentarse a las alucinaciones y delirios:
· Es aconsejable no rebatir constantemente al paciente.
· Si está asustado por el delirio, hay que tratar de aportarle tranquilidad.
· No negar de forma directa y radical un delirio o una alucinación. Podría bastar: “No niego que tú lo veas pero yo, desde luego, no lo veo”.
· Intentar comprobar cuál es el grado de credibilidad que el enfermo le da al delirio o a la alucinación: “Yo sé qué tú ves algo pero ¿crees que es real?, ¿lo puedes tocar?”.
· Poner en duda parte del delirio o la alucinación con razonamientos objetivos: “Si puede ser lo que tú dices pero, ¿no crees que si hubieran entrado en casa 7 personas yo habría oído algo?”, “tu mujer no se separa de ti así que, ¿no crees que es difícil que tenga un amante?”…
· Como norma general, comunicarlo siempre al neurólogo.
Alteración de la conducta:
- Trastornos de control de impulsos. Algunas de sus características más destacadas son:
· Imposibilidad de resistir un impulso, atracción o tentación para realizar un acto que acaba siendo dañino para el sujeto o para el entorno.
· Incapacidad para controlar el deseo o impulso y otros comportamientos patológicos (mentir, robar…).
· No todas las personas afectadas por este problema son conscientes de ello.
· Pueden sentir satisfacción, indiferencia e incluso ansiedad cuando realizan la acción.
· Se distinguen diferentes niveles de severidad.
· Son patológicos según sus consecuencias o interferencia con la vida social, económica o laboral.
· Se trata de un comportamiento relacionado con la gratificación inmediata.
· Parece más frecuente en hombres, solteros, con inicio de la enfermedad más joven.
· ¿Cómo se trata?:
· Retirando agonistas dopaminérgicos.
· Reduciendo al mínimo necesario la levodopa.
· Con neurolépticos.
Aunque existen pautas generales, hay que individualizarlo en cada paciente, por lo que es necesario el control externo riguroso de medicación, dinero…
· Ese trastorno se concreta en:
◦ Juego patológico (ludopatía)
◦ Hipersexualidad
◦ Compras compulsivas-regalos
◦ Comer de forma descontrolada.
· Es importante estar atentos a ciertos síntomas “premonitorios”:
- “Subidón” del estado de ánimo del tipo “soy capaz de cualquier cosa”, “puedo ganar a la máquina tragaperras”…
- Me siento a la mesa a comer antes de que estén todos, termino el primero y me levanto.
- Solicito relaciones sexuales a mi pareja con más asiduidad que antes; mi pareja está cansada y me enfado.
- Empiezo a hacer muchas cosas y no las acabo.
- No me importa dormir poco porque aprovecho ese tiempo para hacer muchas cosas.
- Me creo que voy a hacer más actividades de las que realmente puedo hacer. No tengo límites.
- Estoy en el ordenador y, aunque me llamen para comer, no voy. No sé parar.
- Ordeno y cambio las cosas de sitio casi constantemente.
- Los pequeños electrodomésticos de mi casa los tengo todos despiezados.
- Cuando tengo algo en la cabeza, lo suelto aunque interrumpa mucho a los demás.
- En general, mi paciencia ha disminuido y me genera ansiedad e irritabilidad esperar.
- Uso compulsivo de medicación: abuso de medicación que ocasiona discinesias, trastornos de conducta, hipomanía y psicosis.
- “Punding” o “hobbismo”: fascinación por excesivos y repetidos comportamientos sin objetivo y que no son productivos. Pueden ser simples (manipular o clasificar objetos) o “hobbismo” complejo (acumular objetos, jardinería, limpieza, ordenar o cambiar cosas de sitio, caminar sin rumbo, uso del ordenador…). Interfieren con función social u ocupacional. La interrupción de estos comportamientos produce irritabilidad y enfado en el afectado de párkinson.
Para poder manejar estos problemas de conducta, se aconseja seguir estas pautas:
- Reconocer que existe y que me está pasando a mí.
- Diferenciar entre deseo y ansiedad.
- Aprender a esperar, demorar la recompensa.
- Hacer las tareas despacio (por ejemplo: comer).
- Autoinstrucciones positivas de logro: “soy capaz de esperar un poco”.
- Reforzar conductas alternativas. Cuanto más reforcemos los días buenos es más probable que se repitan.
- Realizar actividades distractoras.
- Controlar los estímulos poniendo pautas respecto al dinero, comidas, compras, juego… Por ejemplo, en el caso del juego: evitar ir a los lugares donde se juega, eludir hablar del tema sacando otra conversación, festejar alegrías sin jugar, comentar a tus allegados tu compromiso por no jugar, pensar en las consecuencias negativas que trae el juego y las positivas de no hacerlo, buscar actividades agradables alternativas, salir a la calle con poco dinero (o ninguno) y sin tarjetas, etc.
Conclusiones:
· Informar al neurólogo de cualquier cambio en el comportamiento del afectado.
· Es necesario el control externo riguroso de medicación, dinero, etc.
· Es positivo reconocer que hay dificultades para manejar la conducta.
· Confiar en la familia, pareja, amigos y seres queridos.
· Estar atentos a los indicadores y cambios en la conducta.
· Estos problemas pueden ser un síntoma más de la enfermedad.
· Aunque hay pautas generales, hay que individualizarlo en cada paciente.