Francisco Pan-Montojo es otro emigrante de la ciencia. Eso sí, entrenado. «En los primeros doce años de mi vida nos mudamos nueve veces siguiendo a mi padre, ingeniero. Estuvimos en muchas ciudades de España y en Kuwait».
Estudió Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid. «Estaba haciendo la residencia cuando me dieron una beca y me lancé a la aventura alemana». Tenía 24 años. Cogió su moto y condujo 2300 kilómetros hasta Dresde. Allí realizó sendos doctorados: Neurociencia, en el Instituto Max Planck, y Medicina, en la Universidad Técnica. Y allí sigue, dirigiendo un equipo de investigación puntero que acaba de demostrar una curiosa vinculación...
XLSemanal. Así que el párkinson empieza en el intestino...
Francisco Pan-Montojo. [Sopesando cada palabra]. Podemos decir que algunos casos de párkinson idiopático esto es, de causa desconocida, que es el 90 por ciento; el resto es de origen genético comienzan en el intestino por la exposición a determinados tóxicos ambientales.
XL. ¿Qué tóxicos?
F.P.-M. Nosotros hemos experimentado con rotenona, que es un pesticida que causa estrés oxidativo celular. La oxidación provoca el envejecimiento y la muerte de las neuronas.
XL. La rotenona estuvo autorizada en la Unión Europea hasta 2008. ¡Incluso para agricultura ecológica! Y aún se usa en España como insecticida en ganadería y en mascotas.
F.P.-M. Se trata de un producto natural y que se degrada rápido si hay luz. De hecho, se sigue utilizando en el mundo. Canadá lo usaba hasta hace un mes, China permite este pesticida y muchos más... Y gran cantidad de los alimentos que comemos son importados.
XL. Nos va a dar miedo hasta comernos una ensalada...
F.P.-M. Lo más probable es que estas sustancias representen un riesgo para los que trabajan con ellas, sobre todo para los agricultores. Pero se supone que los consumidores pueden estar tranquilos porque existen unos controles alimentarios estrictos.
XL. Ya, pero ya no hablo solo de párkinson, parece que cada vez hay más casos de cáncer y otras enfermedades en gente joven y que lo que comemos y respiramos tiene mucho que ver.
F.P.-M. La relación entre el aumento del cáncer y la contaminación parece evidente. Y va a más. Estamos hablando de una exposición continuada a múltiples agentes químicos ambientales, no solo a los pesticidas. Y, lo digo con cautela, cada vez se ve más gente joven con cáncer. En el caso del párkinson pasa algo parecido. Hay estudios que sugieren que con la edad se pierde capacidad para protegerse del exceso oxidativo de las neuronas. Pero el 20 por ciento de los 150.000 casos diagnosticados en España son menores de 50 años.
XL. ¿Qué otras sustancias causan estrés oxidativo?
F.P.-M. En el Caribe se cultiva una planta de té que contiene anonacina. Esta sustancia, como hace la rotenona, afecta a la mitocondria celular. La población que la bebe tiene un alto índice de enfermos de párkinson. Pero hay más. Por ejemplo, el paraquat, un herbicida utilizado en más de cien países; entre ellos, España.
XL. Y sabiendo esto, ¿los políticos no deberían hacer algo?
F.P.-M. Sería conveniente analizar sistemáticamente todos los pesticidas que hay en el mercado.
XL. El Gobierno francés ha incluido el párkinson en el cuadro de enfermedades profesionales de los agricultores. ¿Cree que puede haber un alud de demandas contra los fabricantes de pesticidas, como sucedió con las tabacaleras?
F.P.-M. No soy abogado ni legislador. Por lo menos los agricultores deberían estar bien informados. Y en las etiquetas de estos productos habría que alertar, como se hace en las cajetillas de tabaco.
XL. Insisto, ¿la industria no es responsable?
F.P.-M. Supongo que es una cuestión de si la industria sabía o no de estos efectos. En el caso del tabaco, los propios fabricantes habían encargado estudios cuyos resultados mantuvieron en secreto. Nosotros hemos demostrado la conexión de un tipo de pesticida. Lo hemos hecho con ratones. Ahora hay que demostrarlo en humanos.
XL. Pero todo hace sospechar que es así.
F.P.-M. De hecho, ya hay más de 1.400 estudios que relacionan la enfermedad de Parkinson con los pesticidas.
XL. ¿Entonces por qué es tan importante el suyo?
F.P.-M. Porque identifica, paso a paso, un mecanismo concreto de propagación del párkinson, y a partir de ahí se pueden desarrollar fármacos que impidan que esa proteína se altere y se pueda transportar al cerebro.
XL. ¿Cuándo habrá un medicamento contra esta enfermedad?
F.P.-M. En cinco o diez años. Entonces sabremos cómo parar la enfermedad. Es muy diferente quedarse en un simple temblor que llegar a los estadios más avanzados, cuando el paciente sufre un enorme deterioro. Si combinamos el frenazo al progreso de la enfermedad con una detección precoz, como los marcadores tumorales para el cáncer, conseguiremos un avance fundamental.
XL. ¿Y una vacuna?
F.P.-M. Ya se están investigando sustancias para que el cuerpo genere más anticuerpos contra la alfa-sinucleína y evitar que se transmita de neurona a neurona. Nosotros formamos parte de uno de estos estudios. Los realizados con ratones son muy prometedores. Espero que los resultados se publiquen en unos meses.
XL. ¿Algo que se pueda patentar?
F.P.-M. Aún estamos en una fase demasiado temprana.
XL. Pero le han dado una pista valiosísima a las farmacéuticas para saber dónde tienen que centrarse.
F.P.-M. A ver, a ningún científico le parece justo que solo las compañías privadas saquen provecho de su trabajo, que, normalmente, ha sido financiado con fondos públicos. Lo justo sería que una parte vaya al investigador y otra, a la universidad. En Alemania, cuando patentas algo, el 70 por ciento va a la universidad y el 30 por ciento, al investigador. Imagínese si eso sucediera en las universidades españolas. Se financiarían sin problemas.
XL. Las universidades españolas las están pasando canutas...
F.P.-M. En Alemania se entiende esa colaboración entre universidad y empresa privada. Aquí es muy normal que, si una industria quiere sacar un producto, le pague un par de millones o lo que haga falta al equipo investigador, y si luego sale una patente, un porcentaje va a la universidad y otro, a la empresa. El Instituto Max Planck tiene la patente del mp3 y el mp4. Imagínese la autonomía que le da eso con la cantidad de dinero que ganan.
XL. ¿Y en España no pasa eso?
F.P.-M. Creo que hay otra mentalidad. Acuérdese de la que se montó cuando Mariano Barbacid quiso introducir inversión privada en el CNIO.
XL. ¿Por qué 'emigró'?
F.P.-M. Vine a Alemania en 2005 con una beca de la Fundación La Caixa y prolongué mi estancia con otra de la Fundación Barrié. Las posibilidades para investigar en Alemania no tienen nada que ver con las de España.
XL. ¿Cuál es la diferencia?
F.P.-M. El apoyo de las instituciones. Es el sistema 5+2. Aquí te garantizan que podrás investigar al menos cinco años, que no tendrás que preocuparte de nada más. Y si vales, te dan dos años más. La sociedad alemana sabe que el motor de su economía es la industria. Y la industria se basa en el sistema de patentes y en la innovación tecnológica. Los alemanes lo tienen muy claro.
XL. ¿Volverá a España?
F.P.-M. Cuando vine a Alemania, pensaba: «Hago el doctorado, termino mi proyecto y me vuelvo». Pero ahora creo que no volveré, no en un futuro inmediato. ¿Qué hago yo en España? ¿Qué oportunidades me ofrece?
Los cinco síntomas del Párkinson
1.- Temblor en reposo. Afecta inicialmente a una sola parte del cuerpo; la agitación disminuye cuando el paciente duerme o realiza una actividad. Puede empezar con una ligera contracción del brazo, la mano o los dedos, el característico movimiento de contar monedas.
2.- Pérdida de equilibrio. El paciente tiene dificultades para mantener la postura, sobre todo cuando camina, está de pie o se gira. También al intentar levantarse o inclinarse. Puede conllevar caídas.
3.- Lentitud de los movimientos. Sobre todo para comenzarlos o terminarlos. Suele aparecer también una especie de 'congelación' durante unos instantes al caminar.
4.- Rigidez muscular...... inexpresividad facial (cara de póquer), alteraciones de la motricidad fina (los movimientos de precisión, como escribir o abrocharse los botones, son trabajosos; la letra empieza a ser ilegible), hipofonía y excesiva producción de saliva.
5.- Depresión, ansiedad...Las tareas cotidianas se vuelven estresantes. Trastornos del sueño, pérdida del olfato, agotamiento físico y mental, lagunas de memoria, pérdida de apetito y del interés por la vida social o sexual. El paciente se enoja por sus limitaciones.
La Medicina Sónica Antiviral cura la Enfermedad de Parkinson. Una dosis diaria de esta sonoridad especifica antiviral de 3 horas,administrada mediante audífonos, por espacio de un mes, es suficiente. Este esclarecimiento de la naturaleza viral, descarta lo idiopático y, por supuesto, la pretendida hipótesis oxidativa, ensamblada con mezcla de potenciales irritantes medioambientales y hereditarios.
ResponderEliminarEsta terapia es solo sonidos, y por supuesto, completamente inocua,ciento por ciento venezolan. Resultados alejados de lo elitesco, pués no necesita de hospitalización ni quiròfano.Soy Virgilio Blanco M. Médico otorrino y Neuroanatomista. Creador de esta Medicina sonora. Mérida-Venezuela tlf. (58) 0414 0812743 Gmail: medicinadelsigloxxv@gmail.com